El claustro del antiguo monasterio cisterciense de Fitero será el escenario de la entrega del Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2024 al dramaturgo pamplonés Alfredo Sanzol. El acto tendrá lugar el próximo sábado 29 de junio, coincidiendo con el 650 aniversario de la incorporación de Fitero al Reino de Navarra.
La elección del monasterio como sede del evento ha sido recibida con gran satisfacción por parte del Ayuntamiento de Fitero y de los vecinos de la localidad. "Es un orgullo para Fitero acoger este acontecimiento cultural tan importante", ha señalado el alcalde del municipio, Miguel Aguirre.
"Estoy convencido que Fitero estará a la altura de las circunstancias y se vestirá con las mejores galas para celebrar este acontecimiento, que marcará también un pequeño hito en la historia de Fitero", ha añadido el primer edil.
Aguirre ha recordado que Fitero tiene vinculación con el Premio Príncipe de Viana a la Cultura. En 2002, la soprano fiterana María Bayo fue galardonada con este prestigioso premio. El evento tuvo lugar en el Monasterio Benedictino de Leyre y contó con la presencia del entonces Príncipe de Asturias y de Viana, hoy Rey de España, Felipe VI. En dicho acto, la Coral Santa María la Real de Fitero, dirigida por la profesora Elvira Guarás, participó activamente.
Alfredo Sanzol, premio Príncipe de Viana de la Cultura 2024
La entrega del Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2024 será un acto de gran simbolismo para Fitero. El premio, que está dotado con 20.000 euros, reconoce la labor de personas o instituciones relevantes en el ámbito de la cultura. En esta ocasión, el galardón se ha concedido a Alfredo Sanzol por "encarnar y representar los valores que lleva intrínsecos este premio”.
La consejera de Cultura y Deporte y Turismo del Gobierno de Navarra, Rebeca Esnaola, ha asegurado que es un dramaturgo ligado a su su tierra, a Navarra “a la que siempre lleva en su imaginario y está presente en sus textos". "Porque su criterio es universalizar lo local y convertir una anécdota en metáfora de algo grande”, ha destacado.
Un dramaturgo, “con perpetuo anhelo por saber, por descubrir las verdades de la vida, las motivaciones de la acción, los móviles del ser humano, pero siempre sin perder de vista la grandeza de lo cotidiano”, ha concluido.
