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Adicciones sin sustancia: Un problema en aumento

La adicción al móvil, a internet o a los videojuegos son cada vez más comunes y pueden tener un impacto negativo significativo en la salud física, mental y social de las personas que las padecen

Rubén Cuenca Soler, Oficial de Policía Nacional responsable de la UFAM en Tudela
photo_camera Rubén Cuenca Soler, Oficial de Policía Nacional responsable de la UFAM en Tudela.

Rubén Cuenca Soler, Oficial de Policía Nacional responsable de la UFAM en Tudela, ha pasado por los micrófonos de Radio Tudela para proporcionar información detallada sobre las adicciones.

Durante su intervención, ha explicado que las adicciones se dividen en dos categorías principales: las químicas y las comportamentales o sin sustancia. También ha descrito las diferentes consecuencias que acarrea cada tipo.

¿Qué tipo de adicciones podemos encontrarnos?

La historia de las adicciones va unida a la del ser humano y sus bases son biológicas, psicológicas y sociales:

  • Adicciones químicas o con sustancia. - Drogas naturales o químicas, alcohol, azúcar, cafeína, tabac, sedantes…
  • Adiciones comportamentales o sin sustancia: A finales del siglo XX surgió un nuevo tipo de adicción caracterizada por no ser una dependencia a drogas clásicas sino a actividades y comportamientos cotidianos que convertidos en adicción impiden llevar una vida satisfactoria.

Según la Organización Mundial de la Salud, una de cada cuatro personas sufre trastornos de la conducta relacionados con las adicciones sin sustancia. Las adicciones comportamentales tienen el mismo patrón que las adicciones a las sustancias químicas.

Una necesidad cada vez mayor de repetir con más frecuencia el comportamiento para lograr la satisfacción buscada. Producen dependencia, síndrome de abstinencia y tolerancia.

En la sociedad actual las personas están visto desde el punto de vista económico y no humano, por lo que las industrias más poderosas invierten en aprovechar las vulnerabilidades del cerebro para manipularnos y que consumamos de forma eterna, sin importar las consecuencias.

¿Qué son las adicciones sin sustancia?

Las adicciones sin sustancia son aquellos comportamientos que se tienen repetidamente, hábitos de conducta que pueden interferir en la vida cotidiana.

Estas acciones llegan a ser imposibles de controlar, por ejemplo, la adicción al móvil, a Internet o a los videojuegos.

Se podrían llamar trastornos adictivos.

Son todas aquellas adicciones que no van vinculadas al consumo de química, pero que son hábitos que terminan por dominar la vida del adicto.

  • Adicción a Internet, móvil y videojuegos. Estas personas pasan tanto tiempo conectadas que descuidan sus relaciones sociales, sus estudios, su trabajo, su familia…
  • Adicción al trabajo. Actualmente existe la creencia de que necesitamos ser muy productivos para ser felices y que es mejor quien más trabaja. Debido a esto, existen cada vez más personas que están desarrollando una conducta adictiva al trabajo, abarcando más y más tareas, intentando alcanzar el éxito, un ascenso…
  • Adicción al juego. Hoy en día tenemos los juegos de azar a un solo click (antes solo loteria y bingo) y, con ello, la adicción a los juegos de azar o apuestas online es cada vez más frecuente. •
  • Adicción al sexo. Esta adicción puede ser una de las que más complicadas de reconocer. Las personas afectadas no suelen determinar que tienen un problema pese a que el sexo controla su vida. Todo gira en torno a sus relaciones sexuales, el consumo de porno y conlleva la pérdida de iconos importantes en su vida: pareja, trabajo, familia, amigos…
  • Adicción a las compras y a la comida. Este tipo de adicciones sigue existiendo aunque no se hable mucho de ellas. Comprar compulsivamente, sin medida, sin control, comer por atracones o comprar sin límite cuando se tiene un problema, una mala noticia… En ambas adicciones, se tiene en el momento de la acción una gran sensación de placer, pero después se experimenta una aún más grande de culpa.

¿Qué delitos pueden estar relacionados con esas adicciones? 

Si bien las actividades ilícitas que puedan derivarse de los trastornos y adicciones comportamentales no son tan numerosas y graves como las asociadas a las drogodependencias, sí son múltiples las posibilidades de comisión delictiva por sus consecuencias y que comparten entre ambas la dependencia y la pulsión para suplir la abstinencia a ella o mono.

  • Delitos asociados al juego
  • Delitos contra el patrimonio (Hurtos, impagos crediticios, apropiaciones indebidas o receptación
  • Delitos asociados al sexo
  • Delitos relativos a la prostitución, agresión sexual, acoso…
  • Delitos asociados al abuso de internet o móviles – Delitos informáticos, contra la propiedad industrial, estafas, childgrooming, uso de tarjetas bancarias sin consentimiento y hurtos

¿Cómo podemos prevenirlas?

Lo más importante frente a estas adicciones es la prevención.

Se debe sensibilizar e informar al sistema social, en especial a aquellas familias que ya están advirtiendo una de las conductas mencionadas.

Las adicciones sin sustancia suelen pasar más inadvertidas porque están socialmente aceptadas.

Millones de personas pasan el día utilizando el móvil, consumen de forma excesiva… Por lo que son más difíciles de identificar, tanto por parte de terceras personas como por parte de los afectados.

Para prevenir estas conductas, es importante advertir los problemas previos que las ocasionan, así como los rasgos de la personalidad más vulnerables: baja autoestima e inseguridad, impulsividad, timidez excesiva, tendencia a fobias sociales, introversión asociada a la ansiedad…

Asimismo, los problemas psicológicos que pueden derivar en alguna de estas adicciones, como la depresión, bipolaridad y trastorno de la personalidad, entre las más comunes.

¿Cómo puedo detectar este tipo de adicciones?

Generalmente, los patrones de aquellas personas que padecen estas adicciones se repiten:

  • Es su pasatiempo favorito y dedica la mayor parte del día a estar conectado, jugando, trabajando… No contempla otras actividades para disfrutar de su tiempo de ocio
  • Se aísla de la familia y los amigos, apenas sale y afirma que su círculo de personas queridas está en Internet
  • Se acuesta a altas horas de la madrugada porque se queda durante la noche chateando, jugando o mirando internet
  • Siempre está pendiente del móvil y no desconecta en ninguna situación: en la mesa, en el cine, en un paseo en familia…
  • Si la persona adicta es un adolescente, puede incluso darse que quite el móvil a los padres, generalmente para usar sus datos, llamadas o porque han agotado su batería
  • Si tienen que estar sin móvil o sin consola durante algún tiempo por estar castigado, sin datos o por alguna avería sufre angustia, agresividad y ansiedad
  • Es el mayor foco de ocio con sus amigos. Quedan y pasan tiempo juntos pero todos están mirando el móvil o jugando a videojuegos.

Las nuevas tecnologías, internet y los videojuegos son una ventana al mundo, al conocimiento y al ocio estupenda, siempre que sepamos hacer un uso consciente y que no dejemos que controlen nuestra vida.

Es importante limitar las horas de exposición a todo lo mencionado, dedicar más tiempo a la naturaleza, al ocio al aire libre, a pasar tiempo con la familia y amigos

También, es necesario advertir si esta adicción ha sido propiciada por algún problema de la persona, que le lleva a utilizar el móvil, Internet y/o los videojuegos para desconectar de la realidad que está viviendo y alejarse de los problemas que le atormentan.

Y sobre todo, es crucial saber diferenciar lo que es el plano real y lo que es aquello que las redes sociales y las páginas de Internet quieren que veamos.

Muchas veces, esa realidad idílica, unida a la necesidad de desconexión, es lo que lleva a muchas personas a caer en las adicciones sin sustancia.

¿Existen tratamientos?

No existe un tratamiento único. Las adicciones del comportamiento son muy diferentes entre sí, y cada una de ellas tiene características específicas que deben tenerse en cuenta.

El objetivo terapéutico en las adicciones sin drogas es el reaprendizaje de la conducta de una forma controlada.

En la actualidad, el tratamiento de la mayoría de estos trastornos se aborda desde la terapia cognitiva conductual y normalmente no implica el uso de fármacos.

Dicha terapia comprende tres pasos principales:

  • Primer paso: Abandono de las conductas que generan el problema y comprender qué ha pasado y qué debe suceder en el futuro.
  • Segundo paso: Comenzar la fase de deshabituación psicológica, combatir los síntomas de abstinencia y prevenir recaídas.
  • Tercer paso: Estabilizar de forma significativa la vida y comenzar a trabajar sobre el proyecto de futuro.