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Tudela celebra la Resurrección con la emocionante y centenaria Bajada del Ángel

Un momento de la Bajada del Ángel celebrada el pasado año.

La Plaza de los Fueros se convierte en el escenario principal de una tradición que atrae a miles de personas cada Domingo de Resurrección

El Domingo de Resurrección en Tudela se vive con emoción y alegría gracias a la Bajada del Ángel, una de sus tradiciones más queridas y espectaculares. En plena Plaza de los Fueros miles de personas se reúnen para ver cómo un ángel, representado por un niño o niña, desciende para anunciarle a la Virgen que Jesús ha resucitado.

La ceremonia, que se celebra desde hace siglos —dicen que desde el XIII—, está declarada Fiesta de Interés Turístico de Navarra y Nacional, y sigue poniendo los pelos de punta a quienes la viven en directo.

Los orígenes de esta singular tradición se remontan a 1264, tras la bula del Papa Urbano IV que buscaba fortalecer la devoción al Santísimo Sacramento. En este contexto, nació en Tudela la Cofradía de la Esclavitud o Hermandad del Santísimo Sacramento, cuya primera acta conocida data de 1397. Con el objetivo de honrar a su patrón, la cofradía dio origen a la representación del Ángel y del Volatín, eligiendo el Domingo de Resurrección como día central de sus festividades.

La ceremonia de la Bajada del Ángel ha evolucionado a lo largo de los siglos. Inicialmente, en el siglo XIII, seis niños vestidos de ángeles acompañaban al Señor en la procesión. Sin embargo, en 1663 se instauró la forma actual del acto, que cosechó un éxito inmediato y atrajo a numerosos cofrades. Hasta abril del año 1851 esta ceremonia se vino celebrando en la Plaza Vieja, trasladándose a la Plaza de los Fueros por acuerdo municipal. 

A pesar de sus más de seis siglos de historia, la Bajada del Ángel solo se ha interrumpido en contadas ocasiones: durante cinco años por el temor a las tropas francesas (1809-1813), durante el periodo de la República (1932-1936), por una fuerte lluvia en 1958 y por el covid-19 los años 2020 y 2021.

La ceremonia de la Bajada del Ángel tiene lugar en la Plaza de los Fueros de Tudela  alrededor de las 9 de la mañana. A esa hora, la procesión sale de la Catedral acompañando al Santísimo y a la Virgen del Ángel. La procesión llega a la Plaza Nueva hacia las 9:10 horas, donde el Santísimo, acompañado de las Autoridades Catedralicias y el Muy Ilustre Ayuntamiento, permanece en la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia.

Mientras tanto, la imagen de la Virgen del Ángel recorre la Plaza de los Fueros hasta colocarse debajo de la Casa del Reloj, donde en el segundo piso se instala el Templete, símbolo de las puertas del cielo. Desde este punto, hasta la casa de enfrente, se extienden dos cuerdas en un leve declive, y en el interior de las casas se colocan los tornos y otros artilugios que permiten el movimiento del Ángel.

En un momento solemne, las puertas del Templete se abren al sonido de la Marcha Real, y aparece el Ángel suspendido de una nube que comienza a deslizarse por las cuerdas. Mientras se desplaza, el Ángel se santigua tres veces y lanza aleluyas hacia la multitud. Al llegar al quiosco de la Plaza de los Fueros, repite las aleluyas y continúa su vuelo hasta situarse frente a la Virgen.

Es aquí donde se alcanza el momento más solemne de la ceremonia. El Ángel, tras santiguarse tres veces, grita con voz clara y resonante, frente a una Plaza en absoluto silencio: "Alégrate, María, porque tu hijo ha resucitado". Con este anuncio, retira el velo negro que cubría a la Virgen, símbolo de la tristeza y el luto, y lo coloca a su espalda, representando así la alegría de la Resurrección.

El silencio se rompe con un unánime aplauso de los miles de asistentes que han seguido el acto con fervor. El Ángel emprende el vuelo de regreso hacia el Templete, donde es llevado nuevamente hasta su interior, y las puertas se cierran tras él.

A continuación, la procesión se reanuda, incorporándose el Ángel al cortejo, y todos regresan a la Catedral, donde culmina la celebración con la solemne misa del Domingo de Resurrección.