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Javierada 2025: la tradición vence a la meteorología

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Más de 1.500 peregrinos riberos se dirigen al Castillo de Javier, superando barro, lluvia y viento en su tradicional peregrinaje

Más de 1.500 peregrinos riberos han comenzado su camino hacia el Castillo de Javier, enfrentándose a la incertidumbre del clima y la dureza del terreno.

Desde los veteranos con décadas de experiencia hasta los novatos que se lanzan por primera vez a esta aventura, la Javierada 2025 se ha convertido en un crisol de historias y emociones.

Grupo Quetzal de Tudela

Javier Vicente, responsable del Grupo Quetzal de Tudela, uno de los más numerosos de la Ribera con 230 peregrinos, compartió su experiencia del primer tramo hasta la ermita de la Virgen del Yugo.

A pesar de la lluvia constante durante toda la semana, la previsión para este día no desanimó a los peregrinos. "Al principio nos hemos encontrado algo de barro, pero nada grave. El tramo de carretera se ha hecho algo pesado, aunque las condiciones generales han sido buenas, con una temperatura ideal para caminar y algo de viento, pero sin lluvia", ha explicado Vicente.

Respecto al tramo de El Plano en Bardenas, Vicente ha anticipado que encontrarían un inicio de piedras, pero espera que no esté algo embarrado. También señaló que se ha pedido a los grupos evitar que los vehículos circulen por el camino para no dañarlo.

Sobre el creciente interés de las nuevas generaciones en la Javierada, Vicente ha reflexionado sobre cómo los jóvenes se están acercando cada vez más a esta tradición.

"Si la Iglesia quiere conectar con la juventud, debe plantear actividades como esta", ha afirmado. A pesar de que muchos participan por tradición o por deporte, también hay un componente espiritual que atrae especialmente a los jóvenes, que muestran gran ilusión por participar.

Tudela: Félix López, acompañado de sus nietos Carla e Íñigo

Félix López, de 68 años, lleva 27 participaciones en la Javierada, y en esta edición se siente acompañado por sus nietos, Carla Ros López, de 10 años, quien realiza su primera Javierada, e Íñigo Ros López, de 13, que ya ha participado en dos ediciones anteriores.

Aunque la meteorología siempre influye en la decisión de participar, Félix ha asegurado que "hemos estado mirando el tiempo, pero no hemos dudado en venir. De momento, la meteorología nos ha acompañado".

Carla, al ser preguntada sobre su experiencia, ha confesado que siempre veía a su abuelo hacer la caminata. "Ahora me toca a mí, y me está gustando mucho". A pesar de ser su primera vez, la pequeña parece disfrutar del trayecto, mientras que su abuelo, con humor, comentó que su nieta va "más fresca que él".

Íñigo, con más experiencia en la caminata, ha señalado que la parte más difícil sigue siendo El Plano, la extensa zona de tierra de Bardenas que se atraviesa antes de llegar a Carcastillo. No obstante, ha apuntado que "subir Monte Peña el sábado es poca cosa" comparado con el desafío que representa El Plano.

Murchante: Ángel Ullate, Jesús Hernández 'Topero' y Patricia Martínez

Ángel Ullate Magaña, de 60 años, que lleva 32 años participando en la Javierada, ha explicado que, a pesar de la lluvia prevista, el grupo no dudó en iniciar la primera jornada entre Murchante y Carcastillo.

Aunque esperaban encontrar barro en El plano de Bardenas debido a las lluvias de la semana, asegura que, como siempre, no hay excusas para no salir: "de no ser que salga lloviendo, hay que salir".

Además, subraya que lo que realmente les motiva a seguir participando es "el ambiente del grupo, la compañía y las experiencias compartidas, que unen a todos los participantes". Para él, no se trata de promesas personales, aunque sabe que algunos de sus compañeros sí las hacen.

Jesús Hernández Álava ‘Topero’, con 75 años y 5 participaciones en la Javierada, ha destacado que, para la segunda jornada entre Carcastillo y Javier, aunque la meteorología pueda ser complicada, el grupo sigue adelante con la misma motivación.

Jesús, que lleva sólo una mochila ligera con lo esencial (ropa, chubasquero, paraguas y agua), ha asegurado que la jornada se hace mucho más llevadera gracias al apoyo logístico de las furgonetas y al buen ánimo del grupo.

Por último, Patricia Martínez Muñoz (25 años), que participa por primera vez, ha resaltado que lo que le animó a unirse a la Javierada fue la tradición y el ambiente del grupo, así como el espíritu de las tradiciones navarras.

La joven murchantina ha asegurado estar disfrutando de cada paso, pese al frío, la lluvia o el viento. Aunque no hace promesas personales, ha confesado que "con llegar a Javier ya estoy satisfecha". Al igual que sus compañeros, tiene muchas ganas de repetir la experiencia el próximo año.

Ablitas: Daniel Ruiz y Francisco Santos

Daniel Ruiz Villafranca (54 años), que lleva 14 años participando en la Javierada desde Ablitas, ha manifestado que, a pesar de haber mirado la meteorología para saber qué ropa llevar, en ningún momento se les ha pasado por la cabeza no participar. Aunque el pronóstico indica que podría llover por la tarde y el sábado por la mañana, el grupo es optimista.

En cuanto al estado de los caminos, ha apuntado que el trayecto hasta El Yugo ha sido bastante bueno, mayormente por carretera. Aunque el terreno en Bardenas, en El Plano, podría estar embarrado debido a la lluvia, se siente tranquilo gracias a la buena compañía y al ambiente positivo. "Francisco y Alberto, miembros de nuestro grupo, nos amenizarán el trayecto con jotas", ha afirmado.

Sobre sus motivos para participar en la Javierada, Daniel ha subrayado el "deseo de convivir con personas de su pueblo con las que no tiene oportunidad de compartir durante el resto del año. Disfruto del ambiente distendido, en el que se mezclan personas de todas las edades, incluidos padres e hijos".

El plan para mañana, según ha avanzado, es "almorzar en San Isidro del Pinar y comer en Gabarderal, aunque todo dependerá de las condiciones meteorológicas, especialmente en Montepeña, que podría estar cortado por el mal tiempo".

Por su parte, Francisco Santos Escribano, que a sus 61 años participa en la Javierada por primera vez, ha explicado que se ha animado a participar por "vivir una experiencia única, rodeado de gente de diferentes edades y pueblos".

Aunque al principio no estaba seguro de si disfrutaría, ahora, después de levantarse a las 2 de la mañana y empezar a caminar pasadas las 3, Francisco ha descrito la experiencia como "inolvidable" y muy "enriquecedora". Por esta razón, a pesar del frío y las malas condiciones meteorológicas, se siente contento de haber participado y no se arrepiente de haber tomado la decisión.

En cuanto a las promesas, Francisco ha mencionado que, como es común en este tipo de peregrinaciones, pide "por la salud", tanto para él como para sus seres queridos.

Monteagudo: Mariano Herrero y Encarna Aguerri

Mariano Herrero (63 años), que lleva 25 años participando en la Javierada desde Monteagudo, ha lamentado la disminución en la participación, especialmente entre los jóvenes.

A pesar de ver algo de juventud, siente que el ánimo y la iniciativa que solían mover a la gente para participar están decayendo. Atribuye esta falta de participación a algo que no sabe identificar, pero que considera que "algo falla", aunque no sabe de quién es la responsabilidad.

A pesar de la disminución de participantes, Mariano ha asegurado que el tiempo no les va a desmotivar. "Si llueve, usaremos paraguas", ha adelantado, y si no, "aprovecharemos las condiciones como las de la mañana de hoy, que han sido muy agradables para caminar: temperatura agradable, sin viento y sin sol. Si el tiempo sigue así hasta La Oliva, lo celebraremos".

Por otro lado, Encarna Aguerri (62 años) que realiza la Javierada por primera vez, ha manifestado que, aunque no es navarra, fue un amigo navarro quien la animó a participar. Aunque es originaria de Santa Cruz del Moncayo, en Aragón, está disfrutando mucho de la experiencia, la cual califica como "muy positiva hasta el momento".

En cuanto a la mala meteorología, Encarna ha reconocido que inicialmente "pensaba que las condiciones climáticas serían muy adversas, pero hasta ahora nos estamos salvando de la lluvia".

Fontellas: Íñigo Sanz

Íñigo Sanz comenzó su participación en la Javierada desde pequeño, primero haciendo el Vía Crucis de Sangüesa a Javier los domingos, y luego incorporándose durante su etapa en el Instituto, cuando se unía al grupo en Carcastillo el viernes por la tarde. Este año, lleva diez ediciones realizando la Javierada completa.

Sobre las razones que lo llevan a participar, ha recordado cómo sus tías lo trajeron desde pequeño y indicado que "lo que más me engancha es el buen ambiente, la compañía de la gente del pueblo, y las buenas comidas". Aunque sabe que va a sufrir durante el recorrido, el ambiente y la camaradería hacen que valga la pena.

Finalmente, sobre las promesas, ha señalado que el año pasado pidió por la salvación del ATP Iluminación Tudelano Ribera Navarra y "creo que este año vamos a tener que pedir lo mismo", ha concluido.