India conquista el cielo de Tudela en una Bajada del Ángel para el recuerdo
La Plaza de los Fueros de Tudela volvió a ser testigo el Domingo de Resurrección de uno de los momentos más esperados de la Semana Santa: la Bajada del Ángel. En esta edición, la ceremonia estuvo marcada por una protagonista muy especial, India Moleón, una niña de 7 años cuya sonrisa conquistó a todos los presentes. Con una entereza sorprendente para su corta edad, India se convirtió en el alma de una tradición que, a lo largo de más de 360 años, ha trascendido generaciones.
Desde el primer momento, India demostró tener claro lo que estaba viviendo. Aunque la responsabilidad sobre sus frágiles hombros era enorme, ella no permitió que el peso de la historia de la Bajada del Ángel le afectara.
El acto comenzó puntualmente a las 9:15 horas con la apertura de las puertas del cielo, situadas en la Casa del Reloj. Al compás de la Marcha Real, la figura del Ángel apareció en el cielo tudelano y comenzó su descenso sobre la plaza, saludando al público y lanzando aleluyas. A más de 10 metros de altura, India era una niña que, a pesar de estar viviendo un momento histórico, se sentía cómoda, segura y decidida a disfrutar cada segundo.
El momento más esperado llegó cuando India alcanzó a la Virgen y, tras retirar el velo, lanzó el tradicional grito: “¡Alégrate, María, porque tu hijo ha resucitado!”. La plaza, que hasta entonces había guardado un respetuoso silencio, estalló en aplausos tras la impecable ejecución del gesto más simbólico del acto.
A continuación, se colocó el velo sobre su hombro y regresó a la Casa del Reloj, con la serenidad de quien sabe que ha cumplido con creces su misión. India había afrontado uno de los mayores pruebas de su corta vida y lo hizo con la seguridad y templanza de una veterana.