La iglesia parroquial de Santa María Magdalena de Tudela, uno de los monumentos más emblemáticos de la localidad, ha completado la primera fase de la restauración de su portada románica.
El proyecto, desarrollado gracias a un convenio entre el Departamento de Cultura, Deporte y Turismo del Gobierno de Navarra, el Ayuntamiento de Tudela y el Arzobispado de Pamplona y Tudela, tiene como objetivo preservar este tesoro patrimonial y garantizar su conservación para las generaciones futuras.
Con una inversión total de 450.000 euros, asumida a partes iguales por las tres instituciones, esta primera fase se centró en la protección arquitectónica de la portada, incluyendo la construcción de una cubierta que la resguarda de las inclemencias meteorológicas.
Para su diseño, la arquitecta María del Olmo Íñigo, por encargo del Servicio de Patrimonio Histórico, realizó un estudio de soleamiento, que ha permitido conocer la sombra que distintas soluciones arquitectónicas proyectarían sobre la fachada a distintas horas del día y a lo largo del año, pudiendo establecer el tipo de cubierta que la protegería en los momentos en los que está constatado que se produce un mayor daño.
La solución arquitectónica escogida finalmente como protección es completamente exenta, de carácter reversible y con un lenguaje arquitectónico contemporáneo. Además, se han realizado sustituciones de sillares que presentaban un alto grado de deterioro y destrucción, y se ha reforzado el dintel del tímpano con una estructura metálica como soporte adicional.
Los planos del proyecto han sido dibujados por Julia Erro, delineante de la Sección de Patrimonio Arquitectónico, y la redacción del proyecto corrió a cargo inicialmente del arquitecto Javier Sancho, tras cuya jubilación fue retomada por José Luis Franchez, responsable de la dirección de obra como arquitecto jefe de la Sección de Patrimonio Arquitectónico.
La empresa Construcciones Leache, SL resultó adjudicataria del contrato de obras por un importe de 269.116,03 euros, IVA incluido, trabajos que se acometieron desde el mes de octubre y cuyo resultado se ha podido comprobar en la visita de hoy.
José Luis Franchez ha recordado esta mañana que “esta portada tuvo una protección hasta los años 80, cuando se desmontó el pórtico barroco que la cubría”.
Desde entonces, “los agentes meteorológicos, como el agua y el sol, han causado daños significativos en la piedra campanil, que es especialmente vulnerable”. Este tipo de piedra, según explicó, “se expande y estalla con facilidad debido a su composición”.
Franchez ha explicado que esta solución arquitectónica no es nueva, pues “a lo largo de la historia, muchas portadas han contado con protecciones similares”.
La segunda fase comenzará en marzo
La segunda fase de los trabajos, prevista para iniciar en marzo y concluir en el mes de julio, se centrará en la restauración de la escultura monumental de la portada y en la recuperación de la policromía original.
Alicia Ancho, directora del Servicio de Patrimonio Histórico, ha apuntado que “la escultura conserva detalles maravillosos y vestigios de colores como rojo, azul, verde e incluso dorado, aunque muchas zonas presentan un deterioro significativo”.
Ancho también ha mencionado que la intervención incluirá una limpieza minuciosa utilizando técnicas de microproyección y láser, asegurando que los pigmentos originales no se vean afectados.
Uno de los aspectos destacados de esta fase será la posibilidad de realizar visitas guiadas al andamio durante los trabajos.
“Queremos que la gente pueda ver estas piezas de cerca y apreciar la belleza y complejidad de la escultura románica”, ha afirmado Ancho, que también ha destacado la importancia de esta experiencia para generar mayor conciencia sobre la conservación del patrimonio.
Por su parte, Ignacio Apezteguía, director general de Cultura-Institución Príncipe de Viana, ha subrayado el esfuerzo colaborativo entre instituciones y equipos técnicos, así como el impacto positivo de estas obras en la ciudad.
“Es una satisfacción ver los avances y saber que este trabajo permitirá a los tudelanos disfrutar de su patrimonio en todo su esplendor durante las fiestas de Santa Ana”, aseguró.
Un legado cultural y turístico
La portada románica de Santa María Magdalena es uno de los mejores ejemplos de este estilo en Navarra, junto con la Puerta del Juicio de la Catedral de Tudela.
Su valor radica no solo en su antigüedad, sino también en la riqueza de su decoración, que combina influencias del arco mediterráneo y motivos islámicos. “Esta portada refleja la mezcla de culturas que caracteriza a Tudela, siendo un testimonio de su rica historia”, ha concluido Ancho.