El pasado sábado 1 de febrero, Tudela celebró el Día de Santa Águeda, una festividad arraigada en antiguas tradiciones.
Uno de sus elementos más simbólicos es el golpeo de la tierra con makilas (palos), un rito que se remonta a prácticas neolíticas destinadas a "despertar" la fertilidad del suelo tras el invierno.
Esta tradición no solo refleja el vínculo histórico de la región con la agricultura, sino que también encuentra paralelismos en otras culturas del mundo que comparten el mismo respeto por los ciclos naturales y la tierra.
La celebración de Santa Águeda, organizada por el coro Tutera Kantuz, Argia Ikastola y la Peña Beterri, con la colaboración de diversas asociaciones y colectivos locales, estuvo marcada por la música, la danza y los ritos ancestrales vinculados a esta celebración.
Las actividades comenzaron en la Peña Beterri con un espectáculo de marionetas a cargo de Pangea Circus, que llenó la primera planta del local con público de todas las edades.
A continuación, los participantes realizaron un ensayo general en el patio de Beterri antes de dar inicio al desfile, que recorrió las calles de la ciudad con la participación de gaiteros, txistularis, dantzaris, trikitilaris y el coro Tutera Kantuz. Durante el trayecto se realizaron varias paradas para interpretar cantos y bailes tradicionales.
Uno de los momentos más destacados tuvo lugar en la Plaza Nueva, donde el coro Tutera Kantuz, junto a los asistentes, interpretó el canto de Santa Águeda acompañado por los ritos del golpeo y las danzas tradicionales.
El ambiente festivo continuó con un baile popular, en el que se pudieron disfrutar piezas como el Zortziko, 7 Jauzi, Arin-Arin y Fandango.
Para fomentar la participación activa del público, se repartieron makilas y trípticos con la letra de los cantos. Tras una última parada en la calle Carnicerías, la jornada concluyó con una merienda popular, en la que los asistentes pudieron degustar chocolate y migas como colofón de la celebración.