Cuatro agentes de la Guardia Civil han salvado a un bebé de un año que se encontraba inconsciente y aparentemente sin pulso.
Uno de los agentes, fuera de servicio, paseaba a su perro en las inmediaciones del cuartel de Corella cuando se percató de que una mujer pedía auxilio desesperadamente porque su bebé no respondía a ningún estímulo.
Este agente y otros tres que se encontraban en el interior del puesto acudieron en su auxilio y dieron aviso a los servicios sanitarios.
Uno de los agentes tomó al bebé en brazos y, al verificar que el menor no respondía y no se percibían las constantes vitales, comenzó a realizarle reanimación cardiopulmonar (RCP) durante varios minutos. Gracias a su rápida intervención, el bebé comenzó a reaccionar, recuperando las constantes y recobrando la consciencia.
Los demás agentes acompañaron a la familia hasta la llegada de los servicios sanitarios, con quienes se mantuvieron en contacto permanente hasta que llegaron al lugar.