Otro año más el Ayuntamiento de Corella organizó la subida al monte Yerga, ubicado detrás de Corella. En esta ocasión se trataba de la vigesimonovena edición y se llevó a cabo en la mañana del domingo 16 de febrero.
La marcha senderista congregó a casi 250 personas, habitantes de Corella y localidades vecinas especialmente, aunque también hubo quien se desplazó más de un centenar de kilómetros, para no faltar a la que se ha convertido en cita indispensable para los senderistas y aficionados a la montaña, en el calendario invernal.
Este año la organización optó por un sistema de QR para realizar las inscripciones, y a juzgar por los resultados la innovación resultó un acierto, ya que agiliza y recorta tiempo en el proceso de registrarse en la salida.
Los mendizales se pusieron en marcha a las ocho de la mañana, como estaba previsto, escoltados por un vehículo que se encargó de abrir la marcha en todo momento.
Cabe destacar que además del primer vehículo, un todoterreno con personal médico hizo de coche escoba durante toda la mañana y otros vehículos del ayuntamiento se repartieron durante el recorrido para hacer las funciones de avituallamiento y una ambulancia (soporte vital básico) permaneció a disposición de la organización de principio a fin del evento.
La marcha comenzó, con una densa niebla y la temperatura rondando los ocho grados, abandonado la ciudad por el camino del Cascajo, para continuar por el paraje de las Foyas hasta el punto kilométrico 12´5 de la LR-289, única carretera que el recorrido atravesaba y donde un vehículo patrulla de Policía Local de Corella y dos agentes velaron por la seguridad del primero al último de los participantes.
Con más de una hora de marcha en las piernas de los participantes, los grupos cada vez eran menos nutridos y caminaban disgregados dejando transcurrir un buen rato de entre unos y otros.
Todavía acompañados por la niebla los participantes llegaron al primer avituallamiento, donde la organización repartió caldo caliente, chocolate, agua, fruta y frutos secos, con lo que los senderistas repusieron fuerzas con el objetivo de continuar la marcha.
El segundo avituallamiento estaba dispuesto unos kilómetros más adelante, todos ellos en claro ascenso. El lugar escogido para este segundo punto de descanso, era el principio del barranco de Valdarañón.
La altitud ronda aquí los 700 metros y esa fue durante toda la mañana la frontera a partir de donde el sol lucía, por debajo de esta altura la niebla no se disipó en toda la jornada.
Este era un momento clave de la marcha, ya que se trataba de un avituallamiento más consistente, donde además de todo lo mencionado en el primero, la organización repartió bocadillos y vino.
Además este era el sitio donde la ruta se bifurcaba, pudiendo elegir la más corta (21 kilómetros), que después de una zona de toboganes discurría en terreno descendente hasta el kilómetro 5´5 de la LR-289. En este punto la marcha se daba por concluida y un par de autobuses se hacían cargo de llevar a los participantes a Corella.
Los que optaron por realizar la marcha larga (31´5 kilómetros), desde el segundo avituallamiento tenían por delante un duro ascenso por el barranco de Valdarañon hasta la cima de Yerga a 1.101 metros de altitud, donde voluntarios y personal del ayuntamiento les esperaban con el último de los avituallamientos, para reponer fuerzas y continuar la marcha ya siempre en claro descenso hasta el punto de recogida, que era coincidente en cualquiera de las dos marchas.
A las 14:30 horas, cumpliendo con el horario previsto por la organización, el último autocar partió hacia Corella, dando por concluida la marcha. En resumen, todos los participantes disfrutaron de una agradable jornada en la que no hubo ningún percance reseñable.